Hoy os dejo aquí un relato estremecedor, de esos que conforme vas leyendo te va faltando el aire al respirar, de esos que te ponen la piel de gallina, de esos que te emocionan, de esos que te hacen sentir, que te hacen vibrar, que te hacen más fuerte, de esos que hacen que queramos seguir luchando por lo que creemos, que merece la pena seguir trabajando por una igualdad real.
Tan bello es que no quería dejar de compartirlo con todos y todas. Está escrito por una alumna de 2º ESO-B, Elena Pérez Cano. Gracias Elena por colaborar con nosotros y por hacernos disfrutar de tan maravilloso y conmovedor escrito.
Días oscuros llenos de moratones, palabras
escalofriantes que entran en mi cabeza cada vez que la puerta se abre. El miedo
nunca sale de casa.
Los
vecinos se sobresaltan cada noche y la luna se esconde entre las nubes para no
escuchar mis gritos de alarma.
Y
me quiere, dice que me quiere, que me necesita, que también necesita mi ayuda,
mientras me deja en la esquina de todas las noches, porque me quiere.
Y
me dice que me quiere, mientras me agarra y me tira fuerte del pelo, doblándome
la muñeca, me dice que me quiere, que sólo quiere lo mejor para mí, que le
estoy haciendo sufrir.
Y
me tira al suelo, me pega patadas, no puedo respirar, un puñetazo en la cara me
rompe el labio; dolor, sufrimiento, angustia, impotencia. Y me sigue queriendo,
me abraza y me dice lo bonito que es lo que siente por mí, que todo lo hace
porque me quiere mucho, porque no puede vivir sin mí, porque, si me alejo, me matará a mí, a mi hija y él
se suicidará.
Mi
niña hace un mes cumplió un año, mi amor, mi pequeña luz, ¿cómo voy a permitir
que el hombre que tanto me quiere, tu padre, pueda matarte porque me quiere
mucho a mí?
La
niña juega en el parque, tendrá ya unos cinco años. Una pareja de ancianos
vigila a la pequeña desde un banco; la mujer, triste, sujeta la mano del hombre
que llora mirando a su nieta jugar.
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Abuelo, ¿cuándo volverá mamá?
Elena Pérez Cano
2º ESO B
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